Siempre que veo las truchas con almendras en el menú de algún restaurante no puedo evitar pedirlas. Prefiero las truchas al salmón cultivado. Las truchas son un producto local, son más ricas en omega 3 y solo crecen en aguas muy limpias.
Esta receta es una versión más colorida del clásico de la cocina francesa. Es muy rápida de hacer, completa y llena de texturas deliciosas.
Cantidad: 2 porciones
Duración: 45 minutos
Dificultad: media
2 filetes de trucha de 200-300 g c/u
250 g de habichuelines
1/3 de taza de almendras peladas y cortadas en láminas
2 cucharaditas de jugo de limón
2 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de ghee o mantequilla
2 cucharadas de perejil liso picado fino
Sal y pimienta al gusto
Puré de zapallo para servir
Para los habichuelines:
Corte los extremos de los habichuelines. Cocínelos en abundante hirviendo con sal por 4 minutos. Luego páselos por agua con hielo, escurra y reserve.
Seque muy bien las truchas y salpimiéntelas.
En una sartén grande caliente dos cucharadas de aceite de oliva. Disponga los filetes, uno a la vez o los dos, depende del tamaño de la sartén, con la piel hacia abajo. Cocine a fuego medio-alto bañando el filete con el aceite caliente, sin voltearlo. Cuando estén casi listos, pase los filetes a un plato y reserve unos minutos. El calor residual los termina de cocinar.
Limpie la sartén con un papel de cocina.
Incorpore dos cucharadas del ghee y caliente. Incorpore las almendras y cocine a fuego medio hasta que tomen un ligero color dorado. Incorpore el jugo de limón, el perejil y sal y pimienta al gusto.
Aparte, caliente rápidamente los habichuelines en 1 cucharada de ghee.
Sirva los filetes de trucha sobre puré de zapallo. Disponga los habichuelines y finalmente rocíe con el ghee caliente con las almendras.
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