Guarda esta receta para cuando necesites una entrada fácil, elegante y gustadora. La puedes hacer en platos individuales o en una bandeja grande.
Las remolachas tienen mala reputación pero si las asas en el horno se concentra su sabor y azúcar natural. Y, si las sazonas con una vinagreta que tenga buena acidez que haga un contraste, quedan deliciosas. También puedes hacer esta ensalada solo con remolachas o solo con peras, pero a mí me encantó esta combinación de color y texturas. La mezcla de sabores con el queso fuerte y las nueces tostadas es fenomenal. Espero la hagas pronto! Ve al video con el procedimiento aquí.
CARPACCIO DE PERAS Y REMOLACHAS
4 personas
4 remolachas medianas
2 peras
2 tazas de rugula fresca
¾ de taza de queso gorgonzola o azul desmoronado ( también podría ser feta)
½ taza de avellanas tostadas o nueces del nogal
PARA LA VINAGRETA
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de vinagre de jerez o de vino tinto
1 cucharadita de miel de abejas
1 cucharadita de ralladura de naranja
Sal y pimienta al gusto
Precalienta el horno en 375˚ F o 190 ˚ C.
Lava muy bien las remolachas con un cepillo.
Pínchalas con un tenedor y úntalas con aceite de oliva. Envuélvelas en papel aluminio haciendo un paquete y llévalas al horno por 45 minutos aproximadamente o hasta que al pincharlas se sientan tiernas. Déjalas enfriar.
Mientras tanto prepara la vinagreta mezclando todos los ingredientes.
Pela las remolachas y córtalas en rebanadas finas de 2 mm con un cuchillo o mandolina.
Corta las peras en dos longitudinalmente y luego en cuartos. Retira el corazón y córtalas en láminas finas de 2 mm con un cuchillo o mandolina.
Dispón las peras y remolachas intercaladas en un plato. Sazónalas con la mitad de la vinagreta. Espolvorea el queso y las nueces tostadas. Sazona la rúgula con el resto de la vinagreta y disponla sobre las remolachas y peras. Adorna con más nueces tostadas.