Sabías que hay un helado de chocolate que te puede ayudar a dormir mejor?
Además es cremoso, sin lácteos ni azúcar añadido y rico en magnesio y triptófano para un sueño reparador.
Solo necesitas banano congelado, mantequilla de maní, cacao en polvo y vainilla. Procesas, paras y sigues procesando hasta obtener una textura cremosa. Si haces solo una porción lo puedes hacer en un picatodo. Yo lo serví con un poco de granola de COCO Y LULA y quedó espectacular.
Banano congelado:
- Rico en magnesio y potasio que favorecen la relajación muscular
- Contiene vitamina B6 que ayuda a producir melatonina y serotonina
- Aporta triptófano, precursor de la serotonina que mejora el estado de ánimo
- Sus carbohidratos complejos generan liberación gradual de energía para la noche
- La pectina favorece la digestión lenta durante el descanso
Mantequilla de maní:
- Fuente de proteína que estabiliza niveles de azúcar durante la noche
- Contiene grasas saludables que aumentan la saciedad
- Rica en magnesio, esencial para la calidad del sueño
- Aporta vitamina E antioxidante
- Contiene zinc que ayuda en la síntesis de melatonina
Cacao en polvo:
- Rico en magnesio, el «mineral relajante»
- Contiene triptófano que favorece la producción de serotonina
- Sus antioxidantes apoyan la salud celular durante la recuperación nocturna
- Pequeñas cantidades de teobromina promueven sensación de bienestar
- Aporta hierro para la oxigenación celular
Vainilla natural:
- Contiene propiedades calmantes y sedantes naturales
- Reduce niveles de ansiedad por su aroma
- Sus compuestos pueden reducir la actividad del sistema nervioso
- Apoya la digestión tranquilizante durante la noche
Estos ingredientes trabajan en sinergia para crear un postre que no solo es delicioso sino también funcional para mejorar la calidad del sueño.
Ingredientes para 1 persona:
1 banano maduro, cortado en trozos y congelado
1 cucharada de cacao en polvo
1 cucharada de mantequilla de maní
½ cucharadita de vainilla natural
Procesa todos los ingredientes en un procesador hasta obtener una textura cremosa. Sírvelo inmediatamente o si lo quieres más firme llévalo al congelador por 1 hora. Si lo dejaste en el congelador mucho tiempo y se endureció demasiado, pásalo a la nevera por 1 hora para que se ablande un poco.