Las zanahorias son uno de los ingredientes más fieles en nuestra nevera, siempre están ahí. Con esta receta, que utiliza una combinación clásica de la cocina: zanahorias y semillas de cilantro y que está lejos de ser comida para bebé, las convertimos en una preparación deliciosa y reconfortante. Sirva este puré como dip o como acompañamiento de cualquier proteína.
Porciones: 4
Dificultad: baja
Tiempo: 45 minutos
2 Libras de zanahorias
100 g de feta
2 cucharadas de mantequilla
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de jugo de limón
1 1/5 cucharaditas de semillas de cilantro
Sal y pimienta recién molida al gusto
Hojas de cilantro fresco
Precaliente el horno a 350 ˚F
Pele y corte las zanahorias en rodajas de 1.5 cm de grosor, sazone con una cucharada de aceite de oliva y sal. Disponga las zanahorias en un molde para hornear y vierta agua hasta llenar 1 dedo de altura. Cubra con papel de aluminio y hornee por 30 minutos aproximadamente o hasta que estén tiernas.
Mientras tanto tueste las semillas de cilantro en una sartén en seco. Deje enfriar y muélalas en un mortero hasta obtener un polvo fino.
Pase las zanahorias a un procesador con la mantequilla, el resto del aceite de oliva, el jugo de limón, sal, las semillas de cilantro pulverizadas y pimienta recién molida. Pulse hasta obtener un puré. Ajuste la sazón con sal al gusto.
Caliente justo antes de servir. Adorne con el queso feta desmoronado y las hojas de cilantro fresco.
